Tikal, no solamente es refugio de la mayor parte de mamíferos de Guatemala, sino uno de los lugares que permite observarlos con más facilidad. Los monos araña y los monos aulladores o zaraguates no pasan desapercibidos para el visitante, quien con un poco más de suerte podrá observar también pizotes, mapaches y venados de cola blanca. Desde las áreas abiertas al público, los encuentros con pumas y jaguares son improbables.
En el parque se han registrado más de 300 especies de aves, que van desde colibríes, hasta enormes aves de presa. Los reptiles, en particular, las serpientes, son también abundantes. El interés primordial del área consiste en el ensamble que forma el entorno natural con los vestigios arqueológicos de la antigua ciudad.
Tikal fue quizás el centro urbano más importantes del área maya de su tiempo. Se accede a través de una carretera asfaltada de 65 Km. comunica al parque con la Ciudad de Flores. La distancia es recorrida por microbuses de turismo y otros autobuses con regularidad. Tikal es una de las áreas protegidas mejor servidas. Dispone de dos museos, senderos interpretativos, visitas guiadas, servicios sanitarios, áreas de acampar, hoteles, restaurante y tiendas de recuerdos. Es una de las primeras áreas protegidas de Guatemala y el único lugar en el mundo que ha sido declarado a la vez Patrimonio Cultural y Patrimonio Natural de la humanidad por la UNESCO.
La ciudad de Tikal, fue uno de los grandes centros de la cultura Maya y llego a tener una población de 60.000 habitantes alrededor del año 150 d.C. Durante mucho tiempo Tikal permaneció sepultada bajo la vegetación, y hoy forma parte de uno de los parques nacionales de Guatemala: el Parque Nacional Tikal. En todo el conjunto pueden verse mas de 3.000 construcciones dispersas en unos 16 Km. cuadrados. El turista podrá apreciar desde palacios y templos monumentales hasta terrazas, residencias, altares de piedra y muchas otras joyas del legado Maya.
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